Elegir el tipo de instalación de calefacción determina el grado de confort de nuestros hogares y el consumo energético. Hay varios tipos de calefacción, según se realice la emisión de calor:
Calefacción por radiadores
La calefacción por radiadores es la más extendida por su coste y facilidad de instalación.
Se realiza la instalación mediante tubos de cobre que conectan los emisores térmicos, estos tubos se pueden colocar empotrados en las paredes de la vivienda o instalados en el exterior, evitando así realizar obra, si no lo deseamos.
Los radiadores (emisores térmicos) se componen de módulos llamados elementos, unidos entre sí por manguitos de rosca. La cantidad de radiadores dependerá del número de elementos y estos dependen del espacio a calentar, el aislamiento de la vivienda, el clima y de la potencia de los elementos que elijamos.
El número y la distribución de los elementos de los radiadores harán que la temperatura sea suficiente y esté bien distribuida en todas nuestras estancias.
La calefacción por radiadores puede ser monotubo o bitubo.
Si os decidís por la calefacción mediante radiadores tenéis infinidad de modelos que se pueden clasificar por el tipo de material en:
Radiadores de Acero
Son los más innovadores, los que más cuidan el lado estético y también los más caros. Su coste se amortiza en poco tiempo debido a que se son los más eficientes, mantienen mejor el calor más que el aluminio consiguiendo ahorrar en calefacción. El acero inoxidable es un gran conductor del calor por lo que consiguen calentarse en tiempo record y también consiguen retener el calor mayor tiempo cuando se apaga la calefacción.
El acero inoxidable es un material resistente y duradero, no se oxida ni se corroe, por lo que los radiadores alargan su vida útil al máximo. Recomendados para el baño, zonas húmedas o con necesidades estéticas especiales.
Desde 180€ radiador
Radiadores de Aluminio
Los radiadores de aluminio son los que más instalamos, en calefacciones estándar, por su bajo coste, fácil instalación y su capacidad de calentarse rápidamente. Al ser un material ligero es más fácil colocar radiadores, también los de grandes dimensiones, ocupan poco espacio, y son fáciles de limpiar.
Desde 11€ elemento.
Radiadores de Hierro Fundido
Los radiadores de hierro fundido ocupan más espacio, son más difíciles de instalar, y tardan más en calentarse, pero retienen mejor el calor que los de acero o aluminio. Proporcionan un mejor rendimiento en instalaciones que se utilizan diariamente y estéticamente dan un aspecto más romántico y nostálgico.
Desde 25€/elemento.
Radiadores de Granito
Los radiadores de granito son muy delgados, ocupan poco espacio, funcionan con electricidad, y mantenienen el calor cuando se apagan.
Son una opción para calentar el hogar, no la más eficiente ni la más barata, pero una opción más.
A partir de 300€ el radiador.
Los radiadores también pueden disponer de ventilación forzada que ayuda a caldear las estancias más rápidamente.
Estos ventiladores requieren de conexión eléctrica, por lo que su instalación es más compleja, aunque ayuda y mucho en lugares donde sea necesario calentar rápidamente.
UBICACIÓN EMISORES
Es muy importante la elección de los puntos donde colocar los radiadores de nuestra calefacción ya que de ello no sólo depende la estética sino también el aprovechamiento de la energía consumida.
Los radiadores de calefacción suelen instalarse en el interior colocados en las paredes exteriores y bajo las ventanas por dos motivos: el aprovechamiento del espacio y la eficiencia energética de los emisores.
La colocación de los radiadores de calefacción debajo de las ventanas facilita el calentamiento y la estabilidad de la temperatura de las estancias, ya que mediante la convección, el radiador hace circular el aire frío hacia abajo ocupando el espacio con aire caliente y mediante esta circulación del aire, junto con la radiación de calor se caldean las habitaciones aprovechando las condiciones naturales de la vivienda.
Cuanta más diferencia de temperatura entre la estancia y el radiador, mayor corriente de aire se producirá donde el aire frío bajará por detrás de los radiadores y aumentará el calor cedido por convección (por arriba).
Por lo que si situamos los radiadores de nuestra calefacción en paredes interiores en las que no existe tanta diferencia de temperatura, se producirá una menor circulación del aire que ayuda a la convección y por consiguiente hará disminuir hasta un 30% la eficiencia del emisor. Siendo recomendable siempre buscar los elementos naturales que nos ayudan a mejorar la eficiencia energética de nuestra calefacción, ayudándonos a ahorrar y a cuidar del Medio ambiente.
Suelo Radiante (calefacción sin radiadores)
Es un sistema de calefacción mediante agua a baja temperatura que distribuye el calor haciendo circular el agua por tubos de plástico bajo el suelo. Irradiando el calor por toda la superficie al ambiente distribuye la temperatura por toda la estancia .
A la largo plazo resulta una calefacción más económica, pero requiere tal obra de instalación que se recomienda sólo si se va a reformar completamente una vivienda.
El suelo radiante nos permite ahorrar en mantenimiento, aporta un alto grado de confort al aportar calor por toda la estancia y no sólo en un punto. No genera polvo ni acumula suciedad. Al calentar mediante agua a baja temperatura el suelo radiante resulta ser una calefacción eficiente desde el punto de vista energético.
El suelo radiante no sólo sirve como calefacción, también es posible refrescar el ambiente con él, siendo un sistema de climatización eficiente, silencioso y que proporciona un mayor confort tanto en invierno como en verano.
El suelo radiante también puede apoyarse por sistema de aerotermia. Solicitanos más información si estás interesado en este tipo de sistemas eficientes.
Tanto si eliges el tipo de instalación de calefacción por radiadores, como si eliges el suelo radiante, debes tener en cuenta que la instalación debe realizarla un instalador autorizado y profesional, que planifique correctamente y se anticipe a problemas futuros.